La resección transuretral (RTU) de próstata consiste en la extirpación del tejido prostático, que por su crecimiento obstruye el cuello de la vejiga y dificulta o impide la micción. Se practica en casos de crecimiento benigno de la próstata (HBP o adenoma) o de crecimiento maligno (carcinoma), y menos frecuentemente por otras enfermedades de la próstata.

Mediante este procedimiento se pretende mejorar la calidad miccional y conseguir la retirada de la sonda vesical permanente si el paciente fuese portador permanente de ella.

La intervención se realiza habitualmente bajo anestesia regional (raquídea) y consiste en la introducción por uretra de un instrumento (el resector o resectoscopio) con el cual se corta el tejido en pequeños fragmentos que luego son extraidos para su análisis posterior.

El postoperatorio normal es de 2 a 3 días durante los cuales el paciente lleva una sonda vesical. Una vez retirada ésta, el paciente es dado de alta y puede realizar micciones normales, inicialmente con pequeños trastornos (leve escozor, imperiosidad miccional) que van desapareciendo en unos pocos días.

La resección transuretral (RTU) de vejiga consiste en la extirpación de pequeños fragmentos de tejido vesical mediante un instrumento que se introduce por la uretra, denominado resector o resectoscopio.

La indicación fundamental es el tratamiento de los tumores de vejiga aunque también puede ser un procedimiento diagnóstico para evaluar lesiones sospechosas en vejiga o realizar un control biópsico tras tratamiento de tumores vesicales.

Mediante este procedimiento se pretende la eliminación de la hematuria (sangrado por la orina) y de la masa tumoral y obtener tejido para confirmar el diagnóstico.

La resección transuretral de vejiga puede ser un tratamiento quirúrgico único y suficiente en el caso de tumores superficiales de vejiga (con poca infiltración de la pared vesical) pero que en caso de tumores infiltrantes o músculo-invasivos el tratamiento ha de completarse con otros tipos de cirugía mayor (cistectomía), quimioterapia o radioterapia.

Esta intervención se realiza habitualmente bajo anestesia regional o raquídea o bien general. Terminada la operación se coloca una sonda vesical.

El postoperatorio normal suele ser corto tras lo cual se retira la sonda vesical y el paciente puede ser alta hospitalaria. Los primeros dias es normal notar escozor o sangrado con las primeras micciones, que irán desapareciendo en pocos días.

La litotricia con laser pretende fragmentar o extraer los cálculos por vía endoscópica, mediante el uso de un ureteroscopio. A traves de los canales de trabajo del ureteroscopio se hace pasar una fibra de láser que es activada mediante un pedal externo cuando la luz verde de la fibra es dirigida sobre el cálculo.

Este procedimiento suele requerir sedo-analgesia, anestesia regional o anestesia general y al terminar puede ser necesario colocar un catéter en el uréter que se mantendrá por un periodo de tiempo variable.

La uretrotomía endoscópica consiste en la extirpación total de la estenosis de uretra. La estenosis es una cicatriz en el interior de la uretra que disminuye el calibre de ésta y que puede ser debida a varias causas: congénita (habitualmente detectada en la infancia), infecciones, traumatismos o como secuela de una cirugía transuretral previa o secundaria a sondajes.

Con este procedimiento se pretende la mejora de la calidad miccional y la supresión de la sonda vesical permanente si fuera portador de ella.

La realización de esta intervención requiere de anestesia local, regional o, en escasas ocasiones, general.

La técnica se realiza introduciendo un aparato de endoscopia (uretrotomo) por la uretra con un cuchillete que va a permitir seccionar la zona de estenosis. Tras la intervención puede ser preciso mantener una sonda uretral durante un periodo variable.

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