Cáncer de pene
¿Qué es el cáncer de pene?
El cáncer de pene es el crecimiento anómalo y descontrolado de células del glande o de la piel que lo cubre. Constituye un tumor de fácil diagnóstico por su localización y con altas tasas de curación en las fases iniciales de la enfermedad.
¿Cómo se diagnostica?
La simple detección de una lesión o herida en el pene que no cura en un plazo de 15-20 días nos tiene que poner en alerta y acudir al urólogo.
¿Qué síntomas produce?
El principal síntoma del cáncer de pene es la existencia de una lesión verrugosa o plana, ulcerada, habitualmente localizada en el glande o prepucio. Pueden aparecer ganglios inguinales bilaterales aumentados de tamaño como resultado de una diseminación del cáncer. Las metástasis a distancia son raras.
Ventajas
- Lesión o verruga ulcerada en el glande
- Ganglios palpables en las ingles
- Sangrado en la superficie del glande
- Edema en uno de los miembros inferiores
- Infección del glande y de la piel del prepucio (balanitis)
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¿Se puede prevenir?
Una higiene correcta del glande es fundamental para la prevención. La circuncisión a veces es necesaria para lograrlo
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Causas
Los principales factores de riesgo son la fimosis, falta de higiene, tabaco y promiscuidad sexual
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Alternativas al tratamiento
En lesiones precancerosas un tratamiento tópico con crema, laser o crioterapia puede evitar la cirugía
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¿En qué consiste el tratamiento?
La cirugía es el tratamiento de elección. Se consigue preservar la función sexual con una cirugía precisa
Otras consideraciones
La incidencia del cáncer de pene en Europa y Estados Unidos es inferior a 1/100.000 hombres, pero en países del tercer mundo supone hasta el 20% de los cánceres en el varón.
La infección por el virus del papiloma humano HPV (serotipos 11, 16 y 18) se encuentra presente en el 50% de los casos.
La presencia, número y grado de afectación de los ganglios de las ingles son el principal factor pronóstico. También lo son la localización, el grado de infiltración y de agresividad de las células del tumor primario.
En cánceres de pequeño tamaño y de bajo grado puede realizarse una cirugía conservadora del pene, siendo necesario un seguimiento estrecho para la detección precoz de recidivas locales. La amputación parcial o penectomía parcial se debe de practicar siempre que sea posible dejar márgenes libres de enfermedad. Si esto último no es posible o existe una recidiva tras la penectomía parcial, se debe proceder a una amputación o penectomía total.
La persistencia de ganglios inguinales palpables obliga además a la realización de una linfadenectomía inguinal, con el objetivo de extraer todos los ganglios de las ingles.
No pase por preocupaciones innecesarias
No deje pasar por alto los síntomas.
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