La vasectomía consiste en la sección y ligadura de los conductos deferentes a nivel escrotal. Como consecuencia, en poco tiempo el semen eyaculado no contiene espermatozoides.  Es un método de contracepción que, aunque puede ser reversible en algunos casos, generalmente es permanente.

Bajo condiciones de asepsia (que debe incluir afeitado del campo operatorio) y anestesia local, el Urólogo hace una pequeña incisión en la parte anterior del escroto o bien dos pequeñas a los laterales. Los conductos seminales (deferentes) se sacan a través de la incisión, se cortan y se ligan tras extraer un segmento, de forma que los dos extremos de cada conducto quedan anudados y separados entre sí. Los procedimientos en que no se secciona un segmento de los deferentes están en desuso por mayor porcentaje de fallos. A continuación se introducen nuevamente los conductos en el escroto. El sangrado es mínimo, y la herida suele cerrarse con algún punto de sutura reabsorbible aunque a veces ni lo precisa.

La varicocelectomia consiste en la localización, ligadura y sección de las venas testiculares anormalmente dilatadas. Mediante este procedimiento se pretende la mejora de la fertilidad así como la mejora de las molestias que el varicocele puede ocasionar.

La incisión se realiza a nivel inguinal, más o menos alta, con anestesia regional o general y el postoperatorio es corto, retirándose los puntos o las grapas una vez se ha dado el alta hospitalaria.

La circuncisión es la extirpación del prepucio del pene, lo que deja permanentemente al descubierto el glande. Se practica habitualmente por la existencia de un anillo congénito a nivel del prepucio que dificulta la retirada o descenso del prepucio para dejar el glande al descubierto. No es infrecuente la aparición de este anillo en distintas edades por otros motivos tales como liquenización, lesiones traumáticas o infecciones.

Bajo anestesia local, el Urólogo secciona circunferencialmente la piel prepucial, extirpando el prepucio redundante o estenótico, y procediendo a suturar con puntos de material reabsorbible la piel peneana al surco balanico. Precisa de curas locales de la herida con povidona yodada o clorhexidina hasta la caida o desaparición de los puntos de sutura.

La biopsia de próstata la realiza el Urólogo mediante ecografía transrectal. La aguja se desliza por el interior de un canal en la sonda transrectal y es dirigida bajo control ecográfico hacia las zonas de la próstata que queremos biopsiar.

Este procedimiento está indicado para descartar la existencia de un tumor maligno en la próstata y es realizado por el Urólogo bajo sedo-analgesia intravenosa, en quirófano del hospital y sin necesidad de pernoctar en el centro.

La biopsia testicular consiste en la extracción una pequeña parte del tejido del testículo para realizar un estudio microscópico. La técnica se puede realizar abriendo la piel del escroto o mediante un pinchazo con una aguja especial, con anestesia local o regional.

Con este procedimiento se pretende establecer la existencia o no de esterilidad y llegar a un diagnóstico anatomapatológico en el caso de que existan lesiones testiculares.

De la misma forma utilizamos este procedimiento para obtener espermatozoides con vistas a su uso en técnicas de reproducción asistida.

La hidrocelectomia consiste en vaciar el líquido (hidrocele) acumulado en el escroto alrededor del testículo y de esta forma, aliviar la mejoría de las molestias que el hidrocele ocasiona.

Es una intervención leve, que se realiza mediante una incisión en el escroto. Precisa de anestesia, bien loco-regional o general, y suele ser necesaria una mínima estancia hospitalaria. Después de la cirugía la bolsa permanece inflamada durante un tiempo variable y es aconsejable el reposo relativo.

El postoperatorio es corto y puede ser necesario llevar un drenaje escrotal durante un tiempo si el hidrocele es de gran tamaño o existe riesgo potencial de complicaciones.

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